Los inasequibles al desaliento

Los inasequibles al desaliento

martes, 16 de septiembre de 2014

Ruta en BTT por la Rioja. Ladera sur de la Sierra de cantabria



Domingo tranquilo mas que por la ruta, por la falta de efectivos dedicados a otros deportes menos gratificantes como el running, chupeting, chuletoning...Aparecemos solo Ismael y yo por el bar. La espera por si venia alguien mas la empleamos en arreglar la bici de un paisano que sale averiado de casa y que con esta actitud dice estar haciendo meritos para entrar en el grupo.

Saliendo con Ismael ya se sabe lo que toca, yo propuse ruta rodadora y tranquila, que esta todo muy seco y no tenemos ganas de pinchar. Lo que para mi rodar es ir hasta Najera y poco mas para Ismael es ir a las tierras del norte para que al menos haya que meter un poco el platillo, y eso fue los que se decidió.

Nos ponemos rumbo a Viñaspre por el Corvo, cogemos agua rápido en su fuente y por la senda subimos a Kripan. Como no queremos rodeos y la senda del hayedo del merendero esta ensanchada y estropeada vamos por la senda que sale de Kripan y que lleva todo recto hasta el inicio de la calzada romana. Este verano me ha dado tiempo a conocer cada piedra y losa de la calzada de tantas veces que he pasado por aquí.

En la subida decidimos no llegar hasta San Tirso por la humedad de la senda, yo no tuve ningún problema en decir ¡cuanta razón!, vámonos para Meano y el paso de la Horca. Una vez allí, Isma decide probar la dureza de la roca y tomar posesión del paso para la villa de Yecora hincando la rodilla a modo conquistador extremeño.

Como vamos bien de tiempo (parece que hoy nadie se queda atrás) pasamos por la Población y los molinos para bajar por el hipogeo de Longar. Al inicio de la pista de los eólicos hay un cartel de batida. -¿tan pronto?- Seguro que lo han dejado puesto del año pasado. Pues era cierto, a lo largo de la pista íbamos pasando cazadores apostados a intervalos regulares. Hay que decir en su defensa que fueron amables y nos dejaron pasar explicando hacia donde se dirigía la batida y sin malas caras. Eso si pasamos el tramo volando.

En la central, como no, nos equivocamos de pista y terminamos en una pista desconocida, después de reconocer los alrededores vemos al fondo un camino y un todoterreno por lo que decidimos llegar hasta allí en vez de dar la vuelta. Cogemos un caminejo que baja y que termina en una finca. Ya empieza a mosquear el asunto, no vamos a subir todo lo bajado a si que pasado un tramo campo a través (y eso que queríamos evitar esto) encontramos finalmente otro camino muy roto que nos bajo a la pista que lleva al Hipogeo.

Llegamos a casa a buena hora, tan pronto que me encontré al grupo de los O.R aun desayunando y los del maratón dando vueltas a Logroño para encontrar la meta.













No hay comentarios:

Publicar un comentario