Los inasequibles al desaliento

Los inasequibles al desaliento

lunes, 25 de enero de 2016

Castillo de Davadillo


Vamos entrando en rutina y como diría algún PRO en pretemporada, por lo que la cuadrilla hoy esta mas concurrida, incluso algún miembro de los cuerpos que salen entre semana.
A las 8.15 ( un cuarto de hora antes de lo habitual) y esperando encontrar un bonito día como preveía el tiempo, nos juntamos Ismael P e Ismael E, Cañas, Ricardo (Atajos), Jorge B, Oscar y Raúl para hacer una ruta Rozadora como dice el corrector del móvil, pero que resulto apropiado el piropo ya que prácticamente fuimos juntos en pelotón rozándonos unos con otros, menos Ricardo que prefería ir por las piedras a rozarse con cualquiera.

Del camino poco que decir, tan solo muy mojado, sobre todo la zona del regadío de Cenicero, pero al menos todavía el barro no era del pegajoso. La ruta era todo rozar y rozar por encima de los 20Km/h e incluso a 30 Km/h cuando se hablaba de política y se calentaban los animos y alguno empezaba a tirar para aplicar la Ley mordaza y dejar de hablar para poder pedalear.

Otro suceso extraño que ocurrió es que quedo demostrado que las leyes de la física  no se cumplen en Cenicero donde Iker Jiménez podría hacer un programa titulado “Donde el agua bajapa´rriba”...íbamos contra la corriente del agua y parecía que bajábamos una cuesta de rápido que rozábamos por lo que llegamos a Torremontalvo antes de la hora prevista agradeciendo ese gusano de espacio tiempo que las tierras del hierro nos ofrecieron.



Desvaríos a parte, una vez cruzada la carretera comienza lo desconocido, el volver a las antiguas costumbres de parar en cada cruce para ver hacia donde hay que ir, eligiendo sistemáticamente caminos cada vez mas estrechos, embarrados y que atravesaban viñas donde el barro se iba acumulando en ruedas, cadenas, desviadores temiendo quedar atollados en la Zona de San Asensio. Finalmente terminamos llegando donde queríamos y librando el bloqueo de las ruedas, un par de pasadas al sarmiento por las ruedas y salimos a la rotonda de San Asensio y la 232, hacemos unos metros por esta carretera y nos metemos hacia la derecha hacia el Castillo de Davadillo por una pista asfaltada que nos dejo a los pies del Castillo. ¿qué castillo?, ¿qué paisajes?, ¿qué meandros sobre el ebro?....

No se veía nada, la niebla no permitió ni ver el castillo desde su misma base por lo que pongo unas fotos de la ruta que el año pasado bajo nieve y ventisca hicimos los castellanos del grupo.

Un poco de postureo y vuelta rápida, un trecho por carretera para evitar de terminar de joder las bicis con el barro hasta llegar a Torremontalvo para volver por donde vinimos y encontrarnos con los esperado, que volver a casa desde Fuenmayor se hace muy duro pues los peores repechos de la ruta son casi en Logroño y después de 75 Km ya se hacen largos y entre la niebla que no deja ver nada casi rayantes.

Finalmente y por segundo domingo consecutivo toca lavar la bici a conciencia, con lo poco que me gusta, pero si ese barro llega a secarse se podrían sembrar patatas en el trastero.










1 comentario:

  1. Sois unos máquinas, ¡que hay nieve! A subir hasta que dais con ella. ¡Que hay niebla de el Ebro! Pues vosotros hasta fontibre.

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