Los inasequibles al desaliento

Los inasequibles al desaliento

lunes, 22 de febrero de 2016

Por arriba del Chorrón


¡¡¡Que gran día y que pocos lo disfrutamos!!!, puede ser el resumen de la mañana del domingo, espectacular en lo climatológico y mas aún en la ruta.

No voy a excusar a todos los que faltaron, algunos con coartadas de conciliación ineludibles, otros con mas problemas mecánicos que el McLaren de Alonso y porque no decirlo, hubo uno que incluso pago por ver al payopony del Juan Magan*, no diré nombres, pues como la Ley de Sanidad que impide decir que restaurante servia tortilla con “premio”, lo mismo vale por salvar la poca honra que les queda algunos.

Los tres mas afortunados, nos vamos a hacer una ruta nueva. Para ello vamos a Viguera por la nuevo sendero romano, es nuevo, pero lleva ahí 2000 años (entenderlo como queráis), pero aun no la habíamos estrenado. Entre la novedad y el frío matutino subimos tranquilitos.

Desde Viguera nos vamos hacia la cantera y comenzamos a subir por la pista de la derecha, pero en la primera curva, nos metemos en una senda que nos lleva en exigente  subida hacia la parte de arriba del chorron. Hacia tiempo que no nos metiamos por una senda nueva, de las que requieren un poco de senderismo a si que entre fotos y admirar el paisaje echamos parte de la mañana. ¿Qué decir de las Vistas?, no se aprecian en las fotos por lo feos que somos, pero el acantilado del Chorron impresiona.

Faltaba una terracita con sus cervezas y torreznos para tomarlas al sol y como dijo Ismael no hacia falta ni hablar.

La bajada la cogimos con ganas, menos Oscar que bajo recitando el santoral cristiano, ortodoxo y evangélico del séptimo día. Puesto que las vistas fueron en subida, con cuidado y asustando senderista que no esperaban a nadie por allí arriba volvemos a la cantera. Aun con la emoción y para no quedarnos fríos bajando se propone culminar la mañana con la Senda de San Marcos, total, una vez que nos hacemos todo el aburrido camino hasta Viguera hay que sacarle partido a la zona. La Senda no se si por el barro o la erosión estaba prácticamente toda transitable.

Ya volviendo por el mismo sitio, para conocer la Romana en bajada, sale el nombre del Parkinson, pero no vamos a ser tan ansiosos, más que nada por no subir la raposa, y dejarla para otro día, al menos tan bueno como el de hoy.

*Solo espero, por la parte que me toca, que el que fue al concierto, fuera por arrimar (y arrimara) la cebolleta con la excusa del perreo, porque si es por la música…en fin….






















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